Antonio Franco (1965-2023), in memoriam
Antonio quiso estudiar magisterio porque le atraía la docencia. Pero eligió finalmente veterinaria porque le gustaban los animales. Ya de pequeño, como cuentan sus hermanos, «metía gatos en casa y todo lo que podía».
Fue estudiante de la primera promoción de veterinaria de la UEX, y también el primer profesor de la Universidad formado en la propia Casa.
Docente incansable, unos años más tarde es nombrado Vicerrector de Estudiantes y Empleo, y le corresponde acometer una de las reformas más ambiciosas en el ámbito universitario: la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior. También forman parte de su bagaje la creación de la Unidad de Atención al Estudiante, el Club de Debate, la Plataforma de Empleo, con más de 20.000 ofertas de trabajo generadas durante su responsabilidad, los programas de formación para jóvenes, la Fundación EBS… Todas estas iniciativas las lleva a cabo pensando en el futuro de los jóvenes, siempre buscando cómo formar mejor a los alumnos. Premios a la Excelencia Académica y a la Trayectoria de Excelencia, ambos en la UEX, premio Silver Oak Tree de EBS, y Premio Nacional de Innovación Educativa por el Ministerio de Educación.
Pero, a pesar de todos sus logros, Antonio nunca dejó de ser humilde, sencillo, humano… Padre, hijo, esposo, hermano y amigo ejemplar, un repóker de virtudes solo al alcance de un alma limpia como la suya, fue un hombre sonriente, mañoso, resuelto y trabajador. Se ponía al frente de lo que fuera y lo sacaba adelante con dulzura.
En 2011 comienza a dirigir el Colegio Mayor San José, una nueva tarea de la que se sentía especialmente orgulloso, al ayudar a vivir y a convivir a cientos de jóvenes durante estos años. En 2015 comienza a dirigir la Fundación Caja Extremadura, una responsabilidad nada fácil, ejecutada con todo cariño. Tras vencer muchas dificultades, logra también en esos años su cátedra en la Universidad de Extremadura.
Antonio era un enamorado de Valdefuentes. Siempre llevaba a su pueblo y a sus paisanos en el corazón.
Estos últimos meses, con su enfermedad, Antonio nos ha dado a todos una vez más un ejemplo de superación. Él y su familia: Mari Carmen y sus hijos, Isabel Cristina y Antonio Javier, su madre, Josefa, sus hermanos: José Antonio, Lorenzo, Ángel, Ceciliano, Anabel, María José, María Jesús, primos, sobrinos,… nos habéis mostrado el tesoro de vuestra fortaleza y unión. Mari Carmen, qué testimonio nos has dado a todos de fe, esperanza y amor durante estos meses cuidando a Antonio. Qué paz nos dejas, consolándonos tú a nosotros.
Muchas gracias también a todo el personal sanitario que ha cuidado con tanto cariño a Antonio, con ese cariño verdadero de la canción que, como rezaba el lema de su Unidad de Atención al Estudiante, ni se compra ni se vende.
Antonio había querido ser maestro, y verdaderamente lo consiguió con sus obras: Maestro en el amor, en la humildad, en la persistencia, en la sencillez, en la lealtad.
Amar a alguien es decirle: tú nunca morirás, como afirmaba el filósofo Gabriel Marcel. Por eso, Antonio, tú sigues y seguirás vivo entre nosotros, porque has amado cada cosa que has hecho. Creemos que alguien como tú, que, como dice el Evangelio, pasó haciendo el bien, ya ve la Luz que no se apaga. Allí, algún día, todos nos encontraremos. Hasta siempre, Antonio. Hasta el cielo.
Carlos Ongallo
Valdefuentes (Cáceres), 16 de septiembre de 2023


















Emotivo y sin duda honestamente acertado .